sábado, 12 de mayo de 2012

La calle es nuestra 12M-15M

Ha pasado ya un año desde que un día cualquiera de Mayo decidí acercarme a un grupo de personas que estaban sentadas en la plaza del Obradoiro en Santiago. Todos en silencio escuchaban muy atentos las palabras de uno de ellos que hablaba de justicia, cambio y revolución pacífica. Unos días después volví por aquella plaza y el pequeño grupo se había multiplicado y algunas tiendas de campaña comenzaban a levantarse. "Movimiento Democracia Real Ya!" se llamaban y tenían unas premisas de lo más humanas y sensatas. Decidí que era algo de lo que tenía que participar. 

Desde ese día y hasta las elecciones que estaban por llegar todos los días pasaba por la acampada que cada vez crecía más y más. Veía gente de todas las edades colaborando, compartiendo. Sobraba comida para los acampados porque la gente se había volcado en traer cosas de sus casas. Escuche testimonios devastadores y palabras de esperanza, gritos de justicia y sobre todo, pude ver inmensas muestras de solidaridad

Por supuesto que todo esto molestaba a los de arriba. Aquello era como para preocuparse. Jóvenes idealistas con ganas de que las cosas cambien, una juventud sin futuro que alzaba su voz para labrarse uno, las manos de los de abajo que tiraban de las piernas de los de arriba. Aquello sonaba a Mayo y traía un aroma a la memoria de ciertas flores del año 68. Pero lo que peor sentaba a aquellos que mueven los hilos es que eran "no violentos" Si alguien empleaba la fuerza serían los poderosos primero. Y vaya si la usaron. No hubo dialogo, ni negociación, ni nada. Solo violencia unilateral. Pero aunque los cuerpos sean débiles y las personas puedan morir los ideales son de acero y nada puede matar la voluntad de un pueblo unido contra aquellos que les engañaron. "Duerme pueblo, que nosotros gobernamos por tí" Que gran mentira. Que traición a la memoria y a la Historia. Especialmente a la de este país, que sumido en una dictadura perdió toda conciencia de ciudadanía y de democracia. Democracia que España recuperó con alegría y volcándose en ella. Pero el poder pesa mucho y enseguida fuimos dejándolo en manos de otros para que nuestras vidas fueran más cómodas. Y aquí estamos ahora.

Es triste que a día de hoy todavía algunos me preguntan "¿Y el 15M que consiguió? Nada!". No se dan cuenta, en este mundo en el que exigimos resultados inmediatos, de que el 15M es un objetivo en si mismo. Hemos conseguido que los jóvenes comiencen a despertar, que un mensaje distinto al de los grandes partidos se oiga en cada ciudad no solo de este país sino en todo el mundo. Y hemos conseguido que lo que hasta ahora manejaban el mundo por fin tenga miedo de aquellos a los que se suponía que tenían dominados.

Y si todavía alguien se pregunta por que debería acudir esta tarde a las plazas que piense en sí mismo cuando sea padre o abuelo y se imagine a sus hijos o nietos preguntándole "¿Y tu que hiciste el 15M? ¿De que lado estabas cuando los jóvenes y el pueblo despertaron contra la injusticia?" Seguro que ninguno quiere responder "Yo estaba del lado de los que tenían las porras".


Como historiador puedo aseguraros una cosa: Hace un año empezamos a hacer Historia y ahora es el momento de continuar haciéndola. A las calles!